martes, 31 de diciembre de 2013

Concepto de lápida

La palabra lápida, procede de la palabra latina lapidem que significa piedra plana. Son “losas”, generalmente fabricadas en piedra, que se colocan sobre las tumbas, nichos o monumentos funerarios. Son de las más antiguas formas del arte funerario. Su uso es extendido, pero sobre todo en contextos cristianos, musulmanes o judíos. Por regla general, en ellas van inscritos el nombre del fallecido, la edad, fechas de nacimiento y muerte, alguna oración o mensaje personal y pueden aparecer esculpidas la figura del difunto. 

Los materiales empleados para la realización de las lápidas son muy diversos, desde granito, mármol, piedra caliza, arenisca, pizarra, e incluso en algunos contextos el hierro, el bronce o la madera. 

Respecto al origen e historia de las lápidas, habría que retroceder algunos miles de años. En la antigüedad, fueron usadas por los griegos y romanos, realizando monumentos de piedra en memoria de sus difuntos y también impedir disturbios en los enterramientos. Desde Atenas, Roma hasta Pompeya, encontramos numerosas referencias a las lápidas. No solo en tumbas, sino como se ha comentado anteriormente, en edificios, templos y diversos monumentos. 

Posteriormente, los cristianos adoptaron la costumbre romana. La finalidad era la de buscar la ayuda e intercesión de los santos para que el difunto tuviera la “gloria eterna”. El lugar solía ser en el interior de las iglesias, capillas, claustros, monasterios, etc. Normalmente este tipo de conmemoraciones va ligara a un determinado poder económico. 

Podemos clasificar en dos tipos principales las lápidas funerarias: por un lado, los relieves, con los bustos de los fallecitos y sus nombres debajo, empotrados en las paredes de las tumbas; por otro, las estelas exentas, clavadas en el suelo, que suelen presentarse delgadas, altas y coronadas con frontones triangulares o circulares y con decoración mayoritariamente geométrica. 

Características según el contexto religioso: 

  • En la cultura cristiana encontramos algún símbolo religioso, normalmente un chrismón, seguido del nombre del difunto y la fecha de nacimiento y la muerte (o sólo el año). Suelen aparecer alusiones a la biblia, tanto en signos como en versículos. 
  • En contextos judíos suelen estar marcadas por símbolos como la bendición de las manos y un especial hincapié a la importancia de los difuntos en la vida. La inscripción suele aparecer escrita, por una parte en hebreo y por otra en el idioma nacional. 
  • En el Islam aparece el nombre y edad del difunto, referencias al calendario lunar y solar, nombre del padre o de la madre y versos del Corán. 
Lápida romana. Traducción (según el museo): "NUMISIA SECUNDA, LIBERTA DE CAYO, LA HIZO EN VIDA PARA SÍ Y PARA SU MADRE. DESPUÉS, AQUÍ SE ENTERRÓ". Museo Arqueológico Municipal de Cartagena. http://imageshack.us/photo/my-images/685/45lpidaromanatraduccins.jpg/

Lápida funeraria del historiador Ortiz de Zúñiga. Enterrado en la
Iglesia de San Martín, en Sevilla.
http://leyendasdesevilla.blogspot.com.es/2012/05/iglesia-de-san-martin-ii-y-final.html

Referencias bibliográficas: 

FERNÁNDEZ DÍAZ, Domingo: “La epigrafía, un elemento didáctico”. Actas de las II Jornadas de Humanidades Clásicas. Almendralejo, Febrero de 2000. 

PINTADO, J. Andreu: “Fundamentos de epigrafía latina”. Prólogo, Á. Donati. Liceus E-Excellence,, Madrid, 2009.

Wikipedia (en Inglés), http://en.wikipedia.org/wiki/Headstone [Consulta: 26/12/2013)

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